domingo, 25 de enero de 2009

Crisis Económica Actual

La crisis económica actual se puede explicar de varias maneras. Y en todas vamos a encontrar dos elementos que sobresalen: un extraño manejo de la deuda y la especulación. La crisis creada en los Estados Unidos y exportada, por vía de “paquetes de deuda” a bancos de otros países (ampliamente aceptados con una desmedida ambición por hacer un buen negocio) contaminaron a casi todo el sistema financiero internacional, que ahora se desquebraja por la incobrabilidad de buena parte de la jugosa deuda (principalmente la conocida como subprime, que no es otra cosa que préstamos inmobiliarios otorgados a familias de bajos ingresos, llamadas también hipotecas de alto riesgo). Así, durante el jolgorio crediticio a los bancos se les ocurrió ofrecer créditos a gente que no tenía recursos para respaldarlos, sólo “con el poder de su firma”, con las obvias consecuencias. Además, la sobrevaluación de los bienes inmuebles y terrenos hizo que la gente cayera en el garlito de la deuda hipotecaria de propiedades que valían mucho menos del precio que negociaron y, por lo mismo, ahora son impagables. Quienes creían tener propiedades de gran cuantía y se arriesgaron a pagarla por medio de un préstamo bancario se encontraron con el paso de los años que su posesión inmobiliaria valía mucho menos de lo que sufragaron. Eso significa también que no garantizaba la deuda como calcularon los prestamistas banqueros.
Por su parte, la escandalosa especulación que han hecho los dueños del dinero, pues en vez de colocarlo en actividades productivas generadoras de riqueza y empleos, que si bien conllevan ciertos riesgos logran una benevolente distribución del ingreso, prefieren aplicarlo en actividades financieras especulativas de menor riesgo pero que sólo generan riqueza para unos cuantos.
Estas dos circunstancias anteriores, de por si suficientes para poner a cualquier economía de cabeza, fueron interesantemente aderezadas con la enorme especulación que hicieron los petroleros del mundo entre los que se encontraba el expresidente norteamericano Bush para lograr un acelerado y brutal enriquecimiento, al subir de manera agresiva el precio de los hidrocarburos. El sobreprecio lo pagamos TODOS lo que nos redujo nuestra capacidad de consumo y ahorro con las consecuencias naturales sobre la producción y la distribución de mercancías. Golpeó de manera directa nuestro nivel de vida.
Para entenderlo mejor debes de oírlo de una persona, que sin ser economista –por lo que se entiende más—, lo explica de una manera agradable, práctica e inteligente. El doctor en Ingeniería Industrial Leopoldo Abadía, nacido en Zaragoza. Actualmente es presidente de un importante grupo de consultoría:

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